sábado, 10 de agosto de 2013

Comarca de Betanzos (La Coruña), agosto 2013

Comarca de Betanzos, Betanzos (La Coruña)

Ruta por la Comarca coruñesa de Betanzos, serpenteando en torno a su ría y al río Mandeo y sus afluentes; pedaleando por caminos y por sendas, entre bosques, montes y algunos claros. Predominan los bosques de ribera, con alisos y fresnos principalmente, también los helechos nos acompañaron durante una buena parte de la ruta. Otro tipo de bosques que se recorren don caducifolios con el roble como estrella, y eucaliptales.


Ruta realizada siguiendo, en su mayor parte, el recorrido de la X Ruta del Agua organizada por el Club BTT Caimanes de Betanzos, que realizan durante el mes de julio. Es una zona por la que teníamos ganas de pedalear desde hace tiempo, y que por fin se lo hicimos, acompañados en esta ocasión por algunos compañeros de la vecina Asturias.


Salimos tempranos de casa, motivo por el cual, la primera parada, a parte de recoger a todos los expedicionarios, fue en el primer área de servicio del la A-8 al entrar en la provincia de La Coruña. Buen desayuno nos metimos, con bocadillos incluidos, llenando "el depósito" para un día de "alto consumo".

Llegamos a buena hora a Betanzos, que disfrutaba de sus fiestas estivales, para dejar los coches en la zona comercial, concretamente en la Avda. Carregal. Allí nos juntamos con nuestros compañeros asturianos para comenzar el día, que a esas horas se presentaba ya con unas pretensiones de altas temperaturas.
Una vez preparado el equipo, por supuesto sin olvidarnos de los gruesos bocadillo, salimos del núcleo urbano, después de bordear la zona escolar y atravesar por primera vez el río Mandeo (casi ría en esa parte), por la calle de Nuestra Señora del Camino, en dirección nordeste. Un buen repecho se nos presentó a la salida.
Pedaleamos, "holgados" en estos primeros compases, por caminos y senderos entre abundante vegetación atravesando en primer lugar el Monte da Croa y Os Mouros para llegar a Touriñao de Abaixo, de allí por carretera hasta su "hermano mayor", Touriñao de Arriba. A partir de ahí comenzamos el primer bucle al norte, recorriendo senderos y caminos ahora de la Chousa das Lamas entre otras para llegar a Sas. Era un continuo sube y baja que más tarde podía pasar factura.
Llegamos a las sendas del Pedregal, donde comenzamos el giro para volver a Touriñao de Abaixo después de disfruta de los senderos del Monte de Pereirón.
Después de salir de T. de Abaixo las sendas y los caminos por los que transitábamos atravesaban As Medorras, hasta llegar a Paderme. El recorrido continuaba siendo un sube y baja, alguno de los expedicionarios ya se empezaba a resentir, la subida de temperatura en el ambiente ya empezaba a ser considerable.



Desde aquí una larga bajada con elevada pendiente y algo complicada, por los rota, hasta llegar al río Mandeo nos permitió "descargar" y por supuesto disfrutar, como siempre algunos más que otros. Al llegar al río una senda que acompañaba al cauce fluvial nos llevó hasta el área recreativa del Ponte de Teixeiro, allí parada para inmortalizar el paso.

Comenzamos el segundo bucle, pedaleando al lado del río, por su margen derecho, durante varios kilómetros, en ascensión más o menos prolongada, aunque con algún descansillo o ligeras bajadas.

Una de ellas fue a la altura en la que atravesamos el río Roila, unos atravesaron el río y otros menos valientes tomamos el puente, toco otra sesión fotográfica y algo más interesante aligerar mochilas (el primer avituallamiento había llegado).

Un poco más adelante la ruta se separaba del río Madeo (a la altura de las gigantescas tuberías que suministraban agua a la Central Hidroeléctrica) para continuar subiendo. La ascensión era fuerte, cuando el recorrido atravesaba la zona de los canales y bordeaba la balsa de Zarzo, hasta llegar a Vigo. Después una pequeña bajada hasta cruzar el río que da nombre a la balsa y nuevamente acenso hasta A Esperela.

Aprovechamos la población para repostar agua y intercambiar algunas palabras con los vecinos que había en la fuente. Ahora tocaba otro descenso, nuevamente hasta el río Mandeo, a la altura del área recreativa de As Pías. había ya bullicio de gente que se disponía a disfrutar de una comida campestre. El puente nos permitió cruzar al margen izquierdo del río y continuar en dirección a Santiago de Ois, allí el grupo (como estaba previsto) se separó. Nuestros amigos asturianos decidieron acortar la ruta.
Llegó el momento de cruzar las grandes arterías de comunicación del noroeste, primero la A-6 y luego la N-VI, ya los tres "cazurrillos" solos, para después pedalear por un camino paralelo al río Fervenzas. Llegando a Boqueixón comenzamos el rato de sufrimiento, el camino comenzaba a "levantarse" un poco más. No nos animó mucho el panadero que "cantaba" en su furgoneta de reparto, por supuesto para él la subida se hacía menos dura. Y no había hecho más que empezar. Después de sudar y "sufrir" (fue la subida más dura de la jornada, a ello contribuyó no sólo el desnivel, la piedra suelta, el levado calor y la alta humedad le ayudaron mucho) coronamos en As Penas das Tripas. Continuamos pedaleando por el Monte do Penedo do Boi pero de forma más relajada, el camino había vuelto casi a la horizontalidad, hasta penetrar en el corazón del Monte do Gato. Este tramo prácticamente todo en bajada, primero suave, pero a la altura de A Pena Furada el descenso se hizo mucho más brusco. hasta alcanzar el río Mendo. En la bajada las bicis "tomaron vida propia".
Cruzamos el puente y viramos para acompañar al río durante unos kilómetros pedaleando por las sendas "moldeadas" en sus orillas. Eso si nadas más penetrar en este refugio de paz y armonía decidimos "poner el mantel". Era la hora del almuerzo, ¿qué disfrute! Esos embutidos caseros en un entrono casi místico. El calor había sido apartado por el frescor del agua, el verde del musgo y del resto de vegetación,  las butacas de piedra y/o de troncos, el suave canturreo del agua, etc. Nos costó arrancar del lugar.

La senda a lo largo del río se prolongó durante unos kilómetros, aunque en algunos tramos era necesaria una sobredosis de pericia para ser superados; las raíces elevadas, las piedras fuera de lugar, los cortados, la proximidad del río al fondo, los pequeños toboganes, los árboles "en movimiento"etc., también nos hicieron llamar a su vecina osadía.
A la altura de A Caborca abandonamos la senda, unos antes que otros, je, je, dejando atrás la ribera del río para subir hasta Merille. Las provisiones de agua que dos tercios del grupo (2) se habían agotado, y era necesario reponerlas, no encontramos fuente alguna en la aldea. La algarabía de unos niños jugando con globos de agua, como no podía ser de otra forma en una tarde abrasadora de agosto, nos aportó la solución. Cortésmente nos permitieron rellenar nuestros bidones en "sus dominios".
Tocó volver a cruzar la A-6 y la N-VI, para llegar a Coiros de Arriba, por fin un bar. Cerveza y más cerveza, como entraba nosotros deseosos de líquido y ella fresquita, las jarras se nos hacían pequeñas. Después de este momento recuperador  atravesamos el Monte da Pedreira y A Espenuca para llegar a una bajada impresionante hasta el río Mandeo de nuevo, aunque no nos pareció tanto en ese momento ¡quizás la cerveza!
La ruta continuó por la ribera izquierda del río hasta el Coto de Chelo, donde sus merenderos estaban a rebosar de gente, ¡qué olor a barbacoa!. Cruzamos el río por el puente o pasarela que hay a la altura de la presa, donde forma el río un bonito remanso. Ahora por la margen derecha, se cerraba el segundo bucle, pedaleando unos metros por el mismo camino que a la ida hasta cruzar de nuevo el río a la altura del puente de Teixeiro y continuar por la margen izquierda hasta Betanzos disfrutando del paisaje de ribera, al igual que el resto de gentío presente en el entorno del río/ría. Eso si cada uno de una forma, nosotros con nuestras socias de dos ruedas, otros disfrutando del agua en las zonas de baño, otros sintiendo la brisa de la ribera en sus embarcaciones, otros "erosionando el condumio", ...


Y por fin ............. Betanzos. Cambió de "traje", bicis al coche y a rehidratarse con unas buenas cañas o similares.


Después, ........................, regreso para León.